Cómo mantenerse activo durante la jornada laboral

En el mundo laboral actual, la mayoría de los empleados pasan una gran parte de su tiempo en la oficina o en su lugar de trabajo. Un hecho que puede crear un estilo de vida poco saludable y sedentario. Algo que puede dificultar mantener los niveles de energía altos y mantenerse activo durante la jornada laboral. Revertir esta situación puede convertirse en todo un desafío.

Hoy te damos algunos consejos para mantenerte activo en tu entorno laboral y así mejorar la concentración, aumentar la productividad y conseguir un bienestar general.

Lo primero y más importante que debes tener en cuenta para aumentar tu energía en el trabajo es asegurarte que duermes las horas suficientes durante la noche. Dormir mal y pocas horas puede afectar de forma negativa a tu concentración y productividad. Crea una rutina del sueño e intenta respetar los horarios. Vete a dormir a la misma hora y despiértate a la misma hora también. Lo ideal es que duermas entre 8 y 9 horas.

El segundo paso que debes considerar es evitar el sedentarismo durante tu jornada laboral. Es importante que no estés demasiadas horas sentado. Haz pausas activas para moverte por la oficina o hacer estiramientos. De esta forma evitarás las consecuencias negativas que tiene estar sentado demasiado tiempo.

En otras ocasiones, hemos hablado de la importancia de las reuniones activas. Promover este tipo de prácticas también pueden ser una oportunidad para romper con la rutina laboral y animar a los trabajadores y trabajadoras a incorporar más actividad física en su día a día.

Aprende técnicas de relajación. La presión y el estrés agotan a los trabajadores y les quita toda la energía. Aprende a relajarte para prevenir que eso ocurra. El yoga o la meditación serán tus mejores aliados.

Ponte metas y objetivos. Establecer metas en tu día a día te ayudará a mantenerte motivado y, por lo tanto, a mantenerte activo. Esta motivación te permitirá aumentar tus niveles de energía.

Por último y no menos importante, cuida tu alimentación. Este aspecto influye muchísimo en tu energía y actividad. Una dieta sana y equilibrada te aportará todos los nutrientes necesarios para mantenerte activo a lo largo del día. Apuesta por las proteínas y evita la comida procesada y rica en azúcares.

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